lunes, 26 de mayo de 2014

HERÓDOTO, HISTORIAS - GIGES.







Candaules era el rey de Lidia. Estaba convencido de que su mujer era la más bella del mundo y para demostrarlo estaba dispuesto a cualquier cosa. Giges era uno de sus oficiales favoritos a quien pretendía convencer de la grandiosa belleza de su mujer. Candaules estaba empeñado en que Giges no lo creía así que, tras mucho insistir, convenció a éste para que fuera a verla desnuda. Esa misma noche Giges la observó a hurtadillas en un rincón de la habitación pero ella se dio cuenta de todo, disimulando. Al día siguiente la reina hizo llamar al oficial y, como castigo por lo ocurrido, le dio a elegir entre matar a su marido y quedarse con ella y con el reino, o suicidarse por haberla visto desnuda. Giges se negaba pero la reina le obligó a elegir y, finalmente, eligió conservar su vida, acabando con la vida del rey con un puñal y quedándose con su reino y su esposa.

            En esta historia se plantean dos claros dilemas morales, los dos relacionados con Giges.

El primero si ver o no a su reina desnuda, incumpliendo las leyes del decoro y, en mi opinión traicionando su confianza y privando a la reina de su dignidad. Por obligación  accede a verla para admirar su belleza. Para mí esto es una falta tanto de respecto y educación, como de lealtad a su reina. También hay que comprender que Giges estaba completamente bajo la presión de su rey, el que realmente mandaba sobre él.

El segundo se plantea a raíz del primero. La reina le da a elegir entre matar al rey y quedarse con el reino y con ella o suicidarse acabando con todo. Elige lo primero, es lo mejor para él, pero quizás por lealtad, respeto y bondad habría sido más correcta la segunda opción.

Hay que tener en cuenta que Giges no era un hombre libre, dependía totalmente del rey y la reina a quienes debía de guardar lealtad.

Todos los días nos topamos con dilemas morales unos más complicados que otros pero todos repercuten en nuestro día a día. En mi opinión no podemos resolver un dilema sin tener en cuenta las consecuencias,  por insignificantes que parezcan.  Todos deseamos cambiar una elección del pasado que tomamos inconscientemente o bajo una determinada situación.

También esta historia me ha hecho reflexionar sobre la libertad del hombre. Sé que no podemos comparar la situación de Giges, un sirviente, a la que hoy en día tenemos, pero aun así muchas veces tomamos decisiones pensando en los demás, en que pensaran de nosotros o que dirán. Muchas veces esta es la razón por la que hacemos cosas que no queremos.  No debemos dejar que esto nos importe e influya en nuestra vida. Debemos ser libres y decidir sobre nosotros.




«El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado» -Jean-Jacques Rousseau.



                                                               Victoria Domínguez León

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